martes, 5 de mayo de 2015

GEOTURISMO EN LAS MÉDULAS. LEÓN

En la localidad de Carrucedo, al sureste de Ponferrada, están las famosas Médulas de Carrucedo que constituyen un magnífico ejemplo tanto de yacimiento fósil como de laboreo romano. Se trata de un yacimiento mioceno de leyes bastante bajas en el que se han extraído 230 millones de metros cúbicos de tierra. El yacimiento de esta zona es de tipo secundario o en placeres, es decir, que procede de la erosión de los primarios (los formados como consecuencia de procesos hidrotermales, en sentido amplio). El término "placer" acuñado por los españoles en el siglo XVI, se aplica, en general, a cualquier depósito detrítico (arenas,gravas y conglomerados) que contenga algún mineral de interés económico acumulado mediante procesos de meteorización y concentración mecánica de yacimientos primarios preexistentes. En estos yacimientos el oro se presenta en pepitas de forma y tamaño variable.
La explotación se produce en tres fases: prospección y sondeo, extracción del mineral, enriquecimiento para obtención del metal.
La prospección en placeres apenas a variado a lo largo de los siglos. Consiste fundamentalmente en lavar y concentrar una determinada cantidad del material (muestra)  y estimar la cantidad de oro contenida en ella.
Es indudable que las poblaciones prerromanas aprovecharon la riqueza en oro de sus territorios, pero debido a su forma de explotación, seguramente por bateo, es materialmente imposible documentarlo ya que la extracción no deja huellas perdurables. Podemos hacernos una idea a través de referencias literarias o restos arqueológicos indirectos.
Los autores grecolatinos también recogen el auge de la minería de oro romana posterior a la conquista (Lucano y Marcial o Plinio el Viejo  en su "Historia Natural") pero contamos además con las evidencias arqueológicas (los propios vaciados mineros y los asentamientos con ellos relacionados).

La técnica de explotación extensiva aplicada sobre este yacimiento fue la corta de minado, la famosa ruina montium o arrugia a que se refiere Plinio el Viejo, en las que, tras un minado previo, la fuerza hidráulica se utilizaba en tromba para causar el derrumbamiento total de una gran masa de aluvión.
La importancia del agua como fuerza esencial en las diversas fases del laboreo minero hizo que la red hidráulica de las minas de oro romanas alcanzase una envergadura sin precedentes en el mundo antiguo. Al frente de explotación de las Médulas llegan 50 canales o corrugi, entre los que alguno supera los 100Km de trazado. Su nivelación media no supera el 1% de pendiente y su sección es variable. Para su trazado se utilizó el chorobates, instrumento topográfico de nivelación. La captación del agua se hacía mediante presas de derivación (diques de pequeña envergadura que desviaban el caudal hacia el canal).


El mirador de orellán es un punto ideal para contemplar los terrenos removidos y vaciados mineros

Desde el mirador de Las Pedrices vemos la parte occidental de la explotación y un panel explicativo del funcionamiento de los canales de lavado y evacuación de estériles.




Esquema de ejecución de una ruina montium
Como curiosidad podéis leer el artículo  El fenómeno del fraking en la antigua Roma en el que nos cuentan, a modo de comparación, que  la “ruina montium” utilizada por los romanos era una especie de “fracking sin contemplaciones“.

El oro en anteriores entradas del blog (ver entrada).